Ruta marcada

Búscame aunque no me encuentres.
Tira del hilo.
Sabes cómo llegarme.

Hazme sitio

Amplía la medida de tu abrazo.
Quiero caber allí.
Una vez más.

Dancing with the stars

Que levante la mano
quien no dejó un baile pendiente.
Esta noche me toca contigo. Ya lo sabes.


http://www.reverbnation.com/artist/song_details/2789001

A dos

Sí, delicadamente.
Prueba a hacerlo de esta manera.
El solo recorrido de unos dedos
sin fin,
antes del grito.

Porque la vida no es únicamente humana...

Déjate poseer por las nubes,
rumia las moléculas que te conforman
hasta dar a luz a quien va dentro de ti.
Mereces la pena.

Siempre hay tiempo para amar

En una caricia puede caber
un mundo entero.
Busca el tuyo.

A pesar de todo

"No cesaremos de explorar,

y al final de toda nuestra exploración

llegaremos al lugar donde empezamos,

y conoceremos ese sitio por primera vez."

T.S. Eliot

Porque no hay otra forma de ser sabio -o sea, de aprender a vivir- que desafiar a todo aquello que parece lógico y razonable.

Que zambullirse en lo desconocido, a veces temido aunque ansiado pero que nos llama a gritos, que se hace oir en medio del runrún de voces de la manada que vive satisfecha, felizmente saciada con el tiempo natural.

Llenar entonces de polen los huecos, germen de creación, el hacerse y rehacerse continuamente como medida natural es la forma sola que tenemos de mantener vivas nuestras almas, esa inefable porción de eternidad en que cada uno de nosotros consiste.

Más allá de la voluntad misma, a veces haciendo crecer branquias donde antes brazos o escamas donde antes solo tersa piel, lo que sea necesario para poder respirar, para poder seguir...

Por eso, con observar, con mirar a través de la ventana, no basta...Siempremirar hacia lo profundo con nuevos ojos, con  mirada micro o telescópica, según los casos.

Cada sueño personal encierra su posibilidad misma de florecer justo en el límite exacto en que parece disolverse y justo allí puede ser también donde termine. Y aun así, no rendirse, acercarse de nuevo a la orilla esperando que llegue la marea, y que sólo nos moje las puntas de los pies, o que nos arrastre hacia dentro y allí nos envuelva y nos cobije o que nos devuelva a la costa, náufragos de nosotros mismos.