martes, 18 de octubre de 2011
Continuamos...
Para seguir el camino, traigo ahora este poema de mi querida amiga y tocaya Raquel Lanseros.
Y no es sólo para mí (aunque me reconozca tanto ahí dentro) sino para todo el que pase por aquí y se le apetezca esta llamada a la vida...
INVOCACIÓN
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio."
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Pero...
Pero no, sabes que no vas a dejarte los pies quietos, que no te conformas con viajar solo por la superficie de las cosas. En tu carne se muestran las huellas, se clavan las agujas del paso por la vida y aun sin fe, respiras con la boca abierta. Con todas sus consecuencias. Ayer, hoy...tiempos confundidos. Quizás hace mucho que debieras haber empacado tus cosas y movilizado tus pasos como ave que mira al cielo sabiendo que la migración comienza.
Y como esta tarde, cuando en la playa las olas te golpeaban y luego te revolcaban con fuerza hasta la orilla, después queda el intento de ponerse en pie con la mayor dignidad posible. Y no hay palabras mágicas ni fórmula matemática que ayude a curar. Tienes miedo de la vida pero es lo único que tienes y es prestada. Ya no mires más. No busques más. No puedes seguir esperando. El verano se acaba...
jueves, 11 de agosto de 2011
¿Y si...?
"Serás amado el día en que podrás mostrar tu debilidad sin que el otro se sirva de esto para afirmar su fuerza." Cesare Pavese
Y te muestras, desanudas tus arterias, pones voz a algunos de tus miedos, sueltas la redecilla que sujetaba algunos de tus deseos más ocultos...¿y qué? Quién ha leido en ellos la verdad más profunda, la que te conmueve y sobresalta más allá de tus torpes palabras - las que se mueven en tus labios- la que siempre te dejas dentro...Por qué no aprendes y avanzas y te limpias...
Quizás sea mejor dejarse el vuelo intacto, no querer crecer con alas, porque no fuimos hechos así, sólo humanos capaces de andar como mucho a saltitos. Y además, no somos ligeros, nos pesa la carga acumulada en el camino, incluso la que llegó ahí sin pretender serlo o la añadida a otros en su viaje...Y a cuántos incomoda tu sed de ser leída en los silencios, tu propensión a fluir más allá de los límites, sin medida...
(To be continued)
jueves, 28 de julio de 2011
HE APRENDIDO ALGUNAS COSAS
Después de tanto vivir he aprendido algunas cosas:
que si estás vivo, debes gozar con todas tus fuerzas cada experiencia,
que debe quedar exhausta tu amada de tanto besarla
y que debes caer rendido después de oler cada flor.
Que una persona puede pasarse horas mirando al cielo,
puede pasarse horas mirando a un pájaro...a un niño, al mar.
Que vivir en la tierra es hacerse parte de ella,
es arrancar las raíces que no se quieren separar.
Que si te apegas a algo, no dejes de abrazar con fuerza a un amigo,
no dejes de luchar con cada músculo, tu cuerpo entero, toda tu pasión.
Y si te tiendes por un momento en el calor de una playa,
descansa como descansa la arena, como una hoja o un cantal.
Escucha cada canción maravillosa, plenamente
como zambulléndose desde un acantilado.
Uno debe hundir primero la cabeza en la existencia, en el esmeralda del mar.
Que tierras distantes te atraerán, gentes que no conoces
y debes arder en ansias de leer cada libro,
de conocer la vida de los demás.
Que por nada debes reemplazar el gozo de un vaso de agua,
y debes llenar tu vida de anhelos
sin importarte cuánto sea el placer.
Que debes sentirte orgulloso de conocer el sufrimiento en todo tu ser
porque los dolores, como las alegrías, hacen crecer a quien por ellos pasa.
Que tu sangre ha de mezclarse con la gran circulación de la vida
y en tus venas ha de fluir interminable la fresca sangre del vivir.
Que si estás vivo, debes buscar toda experiencia,
fusionarte con los ríos, el cielo, el cosmos
pues aquello que llamamos vivir no es más que un regalo entregado a la vida
y la vida es un regalo que nos han puesto en las manos.
Ataol Behramoglu (Turquía)
Después de tanto vivir he aprendido algunas cosas:
que si estás vivo, debes gozar con todas tus fuerzas cada experiencia,
que debe quedar exhausta tu amada de tanto besarla
y que debes caer rendido después de oler cada flor.
Que una persona puede pasarse horas mirando al cielo,
puede pasarse horas mirando a un pájaro...a un niño, al mar.
Que vivir en la tierra es hacerse parte de ella,
es arrancar las raíces que no se quieren separar.
Que si te apegas a algo, no dejes de abrazar con fuerza a un amigo,
no dejes de luchar con cada músculo, tu cuerpo entero, toda tu pasión.
Y si te tiendes por un momento en el calor de una playa,
descansa como descansa la arena, como una hoja o un cantal.
Escucha cada canción maravillosa, plenamente
como zambulléndose desde un acantilado.
Uno debe hundir primero la cabeza en la existencia, en el esmeralda del mar.
Que tierras distantes te atraerán, gentes que no conoces
y debes arder en ansias de leer cada libro,
de conocer la vida de los demás.
Que por nada debes reemplazar el gozo de un vaso de agua,
y debes llenar tu vida de anhelos
sin importarte cuánto sea el placer.
Que debes sentirte orgulloso de conocer el sufrimiento en todo tu ser
porque los dolores, como las alegrías, hacen crecer a quien por ellos pasa.
Que tu sangre ha de mezclarse con la gran circulación de la vida
y en tus venas ha de fluir interminable la fresca sangre del vivir.
Que si estás vivo, debes buscar toda experiencia,
fusionarte con los ríos, el cielo, el cosmos
pues aquello que llamamos vivir no es más que un regalo entregado a la vida
y la vida es un regalo que nos han puesto en las manos.
Ataol Behramoglu (Turquía)
(De esta noche en que me siento especialmente torpe en el vivir y miro para los lados intentando ver, aprender algo para el resto del camino)
lunes, 18 de julio de 2011
http://www.youtube.com/watch?v=3ic6dLCGIQs&feature=related
Aunque nos sabemos solos desde el primer día hasta el último, nos gusta compartir a tramos el camino, pisar donde otro pisa, juntar las manos, reír un rato con... Y aunque frágiles, sensibles al pálpito, a la luz, al miedo y al olvido, somos fuertes cuanto más nos dejamos la piel, curiosa paradoja que nos hace crecer. Y cuántos somos los que miramos a la luna a la vez, cada cual desde su agujero, pero al espacio llegan hechos uno todos los suspiros, todos los lamentos y se vuelven sólo sustancia inquieta, semilla, larva, energía pura. No hemos descubierto todavía los límites de la vida. Los sentidos nos fallan. No nos sirven demasiado para captar la esencia verdadera de las cosas, su delicado don, la fuerza que nos empuja a seguir más allá de nosotros mismos. Por eso debemos cuidarnos con mimo, conscientes de nuestra incontenible necesidad de darnos a pesar de todo, más allá de la razón, sabiendo lo impreciso de nuestros pasos, nuestra humana debilidad.
Aunque nos sabemos solos desde el primer día hasta el último, nos gusta compartir a tramos el camino, pisar donde otro pisa, juntar las manos, reír un rato con... Y aunque frágiles, sensibles al pálpito, a la luz, al miedo y al olvido, somos fuertes cuanto más nos dejamos la piel, curiosa paradoja que nos hace crecer. Y cuántos somos los que miramos a la luna a la vez, cada cual desde su agujero, pero al espacio llegan hechos uno todos los suspiros, todos los lamentos y se vuelven sólo sustancia inquieta, semilla, larva, energía pura. No hemos descubierto todavía los límites de la vida. Los sentidos nos fallan. No nos sirven demasiado para captar la esencia verdadera de las cosas, su delicado don, la fuerza que nos empuja a seguir más allá de nosotros mismos. Por eso debemos cuidarnos con mimo, conscientes de nuestra incontenible necesidad de darnos a pesar de todo, más allá de la razón, sabiendo lo impreciso de nuestros pasos, nuestra humana debilidad.
jueves, 14 de julio de 2011
Hace tiempo leí a alguien que decía que escribir así, aquí en internet, como tantas veces hacemos en los blogs, era un cierto ejercicio de exhibicionismo, pero que desnudarse de esta forma suponía también un acto de libertad.
Ciertamente es así. Muchas veces escribo aquí y me quedo con el alma al aire, expuesta a todos los vientos, a todas las mareas, no siendo totalmente consciente del efecto que mis palabras pueden producir.
Pero ¿acaso es malo producir emociones?En ocasiones una lectura, la contemplación de un cuadro, una música ...me han despertado del letargo y he sentido como cuando sacamos una botella del congelador y el líquido poco a poco se va licuando, y en ese proceso se producen ruidos, como pequeños estallidos al cambiar de estado. Así de convulsos estamos a veces, y se nos remueven nuestros fluidos interiores... Sí, esa es la emoción, el ser que se nos revoluciona porque está vivo, porque aún no somos materia inerte, quizás algún día lo fuimos, quizás algún día lo seamos, pero ahora, ahora estamos en otra y tenemos la obligación de fluir, como lava o como agua fresca, a borbotones, en hilillo o en cascada...ça dépend.
Por eso mostramos los huesos doloridos, la carne alborozada, el vuelco, el fulgor, el vértigo o el gozo y acudimos en busca de las palabras o ellas nos encuentran, quién lo sabe.
viernes, 24 de junio de 2011
"De la infinita ternura"
Me sigue emocionando...
"...Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!"
Pablo Neruda
"...Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.
Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.
Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.
Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!"
Pablo Neruda
Suscribirse a:
Entradas (Atom)