jueves, 11 de noviembre de 2010

Pido la luz y la palabra

¡Hay tantas cosas que pueden helarte!

Hay quien dice que los poetas
envolvemos la realidad con metáforas
pero no es cierto.
Nos astillamos y nos duele,
se nos revuelven las entrañas
o nos quedamos fríos.
Exactamente igual que tú.

Y entonces, ¿qué nos pasa?
Por qué a tantos incomoda
que nos dejemos suelta la palabra.
Dicen que por la boca muere el pez,
pero por ahí
nosotros nos crecemos.

Hacemos conjuros para aplastar los miedos.
Con el tiempo aprendemos
a sacudir las cabelleras
para orearlas de las sombras,
de las que erizan nuestras noches
o de las que esperan a la vuelta de la esquina.

Pero no podemos parar.
No vamos a parar.
Todos sabemos
que cuando entramos en este camino
es para siempre.
Que a nadie asombre entonces
que la palabra crezca
y nos sobreviva.



(Para el acompañante de tantos versos que eran anónimos hasta que decidió darles luz)

No hay comentarios:

Publicar un comentario