II
El agua, el viento, las gaviotas..."
Sí. Todo muda.
Desde mis neuronas hasta mis venas saben
que llega un tiempo nuevo.
Mis pasos me trajeron hasta aquí
y deben seguir.
El tiempo se me adensa.
Casi licuado a veces
o coagulado otras
en esos momentos del frío,
el que te recorre la espalda
- la misma que deseas
cubrirse de caricias -
o los de algún amanecer oscuro.
Sigo el vuelo de la gaviota.
Debo aprender.
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