viernes, 17 de septiembre de 2010

Who wants to live forever?

Dos latitudes ceñidas en un abrazo.

El que convoca al banquete,
ése al que se asoman los ojos
para poder libar
lo más jugoso de la escena.

Y a las miradas les crece el tacto
y los dedos aprenden a ver.
Más allá de los sentidos.
Focos palpitantes,
avenidas de la luz.
Carnales circunstancias que
desafían al destino,
ése del que no sabemos nada
y con el que siempre nos equivocamos.


Y no sabes por dónde empezar.

Hay tanto grito acumulado,
tantos nudos que desean soltarse
que es difícil encontrar la cadencia exacta.
No queremos dobleces.
Llenos del aire que inflama,
del agua nueva que te embebe
hacernos regueros,
ser puro destello...

Y al primer contacto
detener la nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario