domingo, 27 de marzo de 2011
Things gonna change...
Y ver esfumarse las cenizas,
cambiar ausencias por presencia,
palpar sólo el espesor del deseo,
sumar nubes y pájaros,
mover los labios para sonreír.
Abro mis manos,
veo las huellas de la luz,
-la que hoy me tatué en la playa-
el nácar de las conchas,
el alma palpitante de la mar.
No quiero olvidar su desvelo,
el mimo que pone cuando deja su mano
junto a mí,
cuando me hace posar los pies
hasta que la pleamar descienda.
Que no sea el lamento mi único color.
Que mi rostro se sonroje de nuevo,
-perfil exacto de este yo-
desde el alba hasta el ocaso,
dorándose tendido en la orilla.
Porque me pido la vida a granel
sin marcas de mareas,
sólo siendo en cada pujo.
Aurora después de noche,
brisa después de la húmeda niebla,
paso cierto, nido de luz.
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