jueves, 29 de octubre de 2009

El poder de la palabra

"El efecto de la palabra desabrida es más perverso que la propia sucesión de hechos. El impacto del lenguaje es sorprendentemente duradero. Es muy fácil constatar con los niños de tres o cuatro años los efectos indelebles de aprehender una palabra por escrito, de captar su significado plasmado mediante letras. Una actitud perversa la pueden imaginar con un dibujo sencillo –de un chimpancé empujando a otro al río o de una persona soltando una piel de plátano en la baldosa que está a punto de pisar un anciano–, pero en cuanto un niño ha aprendido a escribir “perverso” le quedará grabada para siempre esa palabra. El poder de la palabra escrita en los humanos supera todo lo imaginable. No me pregunten por qué."
Eduardo Punset en su blog "Smart planet"

El crujido,
el temblor,
la onda marginal que te arrastra
al abismo,
al hondón,
al pozo oscuro.
Allí donde siempre
hace frío,
donde nadie te espera.
Despojado de la gracia,
con grava en el corazón
sin el soplo de la luz.
Tan grande como te creías,
axial, epicéntrico,
holgado en tu ser
y una sola palabra
puede derribarte.
Reidora,
bomba de mano
que te gana la partida,
fogonazo en tu vuelo.

Regresarás perdido de este viaje
dividido en ti,
descreído.

Más allá,
la vida continúa.
Seguirá rugiendo la mar
y tu paso desprendido
no dejará dudas.
Una palabra sola
bastó para dañarte.


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