sábado, 14 de agosto de 2010

No preguntarme nada.

NO PREGUNTARME NADA.
HE VISTO QUE LAS COSAS
CUANDO BUSCAN SU CURSO,
ENCUENTRAN SU VACÍO.

Tras las palabras,
sólo silencio.
Sólo la muda música del roce,
del volteo de los labios que se buscan.
Y el escudo de los cabellos
tras los que escondes tu arrobo.

Cada uno lee en el otro
la historia de sus días
y desea tapar los rotos,
cubrir con la saliva de los besos
allí donde la carcoma de la vida
desovó su materia más oscura.

No sólo piel con piel,
no sólo abrazo,
sino rodearse,
contenerse,
parar el borboteo de las heridas,
arrebatados sanarse
y latir en el arrullo
de las manos que se buscan.

*Los versos en mayúscula pertenecen a Poeta en Nueva York de F.G. Lorca

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