jueves, 7 de enero de 2010

Los niños de Christine Spengler

La holgura de los sueños de un niño es infinita. Todo se limpia a su alrededor, incluso en mitad del aguacero. El revuelo que una de sus sonrisas puede provocar es tan rotunda... Y aunque en cada esquina acecha la poquedad de la miseria humana, la aureola de la ilusión que puede caber en el farolillo encendido de sus ojos es dosel bajo el que guarecernos, trampantojo que nos salva o nos enseña a esperar, a seguir creyendo ... a pesar de todo.
Incluso cuando el hombre rompe el orden natural, en las situaciones más extremas, verlos enroscados en sus danzas y en sus juegos- around the roots - hace oscilar al más bravo, turba la lava de su juego feroz.
Y lo vemos en las fotos de Christine.
En sus niños del Ulster que sonríen tras los fusiles como si de ellos solamente pudiera salir un tapón de corcho o una mágica flor;en los que posan con las barricadas de fondo, burlando quizás a la misma señora de la muerte a quien tan bien conocen; en los que andan de puntillas porque la guerra les pisa los talones; en los que crecen en los columpios del sobresalto con el miedo fluyendo por las arterias; en los que usan los tanques como escenario donde representar sus historias para huir de la hecatombe...
"Valor, ternura y saber mirar" son su lema para fotografiar y nos lo muestra en las niñas de Teherán que parecen haberlo visto todo y que ante la cámara, sin moverse siquiera parecen levitar más allá de sus élitros negros, de los muros de su tierra, del cataclismo que enturbia sus pies y el futuro de sus vidas.  Y en tantos otros... polvorientos rostros de humillados que saben cómo mutar el gris de sus días. Tienen tanto que decir...
Ninfas de parábola que saben abrirse paso pateando, brazos de hiedra virgen, irisado plumaje. Reyes de las manzanas de caramelo, compinches del alborozo, todos soñadores agolpados tras los aullidos, escalan nuestras entrañas y nos gritan para enseñarnos a gozar, a refrescar nuestro ser sabiendo virar en el momento justo. Sigamos danzando con ellos. Nos llevan de la mano.

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