domingo, 8 de agosto de 2010

Pero no hay olvido, ni sueño: carne viva (F.G. Lorca)





Las últimas gotas
del agua de tus labios
percuten la noche.
Nada puede apagar su son.
No crecerá musgo allí.
No hay tal vez que lo alcance.
Pero sí la certeza
de permanecer por haber sido
siquiera un momento.

Todo tácito,
mudez necesaria ahora.
Sólo vibración en los adentros
cuando el recuerdo acude.
Dicha escondida
que te hace cerrar los ojos.

No le llames a eso soñar.

1 comentario:

  1. Sugerente, acertado, lúcido. Gracias por compartirlo.
    Acabo de ponerme como seguidor. A ver si lo he hecho bien. De momento aparezco dos veces ¡qué lío!
    Un abrazo
    Enrique Gracia Trinidad

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