lunes, 14 de diciembre de 2009

Donde nada...

Sé que aunque me falte el aire debo seguir.
Aunque me sienta desplomada, sobrepasada a veces, allí mismo debo beber. En el cauce ebrio de impureza, en el asunto banal o en la lección de cada día. Aún cuando no entienda nada. Cuando la calima me robe la cordura y las sombras se me tiren al cuello. Cuando me empeñe en traspasar el aire quieto y sólo me vea cayendo sobre el valle.
Las cosas se rozan unas a otras y en su devenir me hieren porque no me sorprendo, no sé ahora como desplegarme ante el mundo, no encuentro mi sitio en la mesa.
Aturdida, el íntimo aroma de un narciso cualquiera que comienza a abrirse se me hace parábola, victoria del sol sobre el monte, vela que me alumbra el camino, señal de lo posible.
En los posos de esta taza leo modestia. Se aparta el silencio de mi nombre. Sigue fluyendo la noche.

1 comentario:

  1. Me encanta.
    Raquel, ¿¿ya se sabes cuándo es la presentación de tu poemario??
    Te dejé un comentario en mi blog, pero creo que no lo has leído no?? era para decirte que gracias por pensar en nosotros para la feria del libro de La Gaviota, pero creo que ya es demasiado tarde no?? bueno para la próxima.
    Y repito, GRACIAS POR PENSAR EN NOSOTROS.

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